Loa afortunados de Altamira

En 1868 Modesto Cubillas descubría en Santillana del Mar (Santander) un tesoro arqueológico espectacular: las cuevas de Altamira, o lo que es lo mismo una extraordinaria muestra de arte rupestre perteneciente al Paleolítico superior. La cueva estuvo abierta al público hasta el año 2002, cuando se comprobó que las pinturas estaban sufriendo un deterioro a consecuencia de los cambios de atmósfera que provocaban los visitantes. Ese año se cerró al público y se derivó a los turistas hacia una réplica que hasta el día de hoy ha sido admirada por algo más de dos millones y medio de interesados.
Ahora, a comienzos del año 2014, se va a poner en marcha un experimento: se permitirá, hasta agosto próximo, el pase de 5 elegidos entre los que hagan cola para ver la réplica, a los cuales acompañará el correspondiente guía. En estos 8 meses se verá la evolución del estado de conservación de las pinturas originales, y se tomará, después de la evaluación, una decisión sobre este monumento. A 192 personas les tocará una particular lotería al poder admirar la cueva original; pero además habrán formado parte de un experimento único en su género que arrojará luz sobre la incidencia física del ser humano en este tipo de sitios arqueológicos.